Actualmente Ghana se sitúa en el segundo puesto en la lista de los países productores de cacao, después de Costa de Marfil. No obstante, los granos procedentes de este país vienen manchado por el trabajo infantil, trabajo que empuja a las familias más pobres a enviar a sus hijos a los campos de cacao para poder sustentar la economía familiar. En la actualidad, alrededor de 200.000 niños son forzados a trabajar en este sector en unas condiciones muy duras.
Ghana cuenta con los mejores granos de cacao del mundo, por sabor y tamaño, además de un mayor contenido graso.
¿Cómo se trabaja el chocolate en Ghana?
Ghana cuenta con los mejores granos de cacao del mundo, por sabor y tamaño, además de un mayor contenido graso. Una vez recogido, los granos se dejan secar al sol de forma natural y se van moviendo en diferentes horas durante al menos una semana.
El trabajo del cacao genera en Ghana el 4,22% del PIB, y en los últimos años, el valor se ha ido manteniendo con el fin de ayudar a los productores, pero… ¿a qué precio?
¿Cuánto pagaríamos por eliminar el trabajo infantil?
Dos economistas estadounidenses han realiza un estudio en el que hablan del porcentaje que tendríamos que pagar los consumidores para eliminar el trabajo infantil de la cadena de producción de cacao en Ghana. Según la Organización Mundial del Trabajo, existen tres situaciones diferentes, dependiendo de la duración y la peligrosidad del trabajo. La cifra sería un 2,8%, lo que daría a los productores los mismos beneficios que en la actualidad pero eliminando las formas de trabajo infantil más extremas, como tareas peligrosas, trabajar más de 42 horas semanales… Por otro lado, si se eliminaran las tareas más básicas, es decir, que por ejemplo los niños trabajen entre 14 y 42 horas a la semana, el precio del cacao ascendería un 12%. Mientras que si se eliminara el trabajo infantil por completo, el precio aumentaría en un 47%.
La solución; tratar las situaciones que llevan a las familias a enviar a sus hijos más pequeños a los campos de cacao que, por lo general, son las familias más pobres. Además, es necesario pagar el precio justo al agricultor, fomentar el acceso a los servicios básicos de educación, salud y registrar los nacimientos para tener un mayor control sobre la población. Asimismo, es preciso abrir los ojos de la población ante el trabajo infantil y hacerles entender que no es normal, ni necesario, los niños tienen que estar en el colegio. Aun así, el camino a recorrer es muy largo ya que, según diversas organizaciones, el 30% de los niños ghaneses deja el colegio en primaria y el 15% ni si quiera ha pasado por la escuela.