África es un continente lleno de grandes posibilidades de desarrollo económico, tanto por sus riquezas naturales como por las dinámicas de crecimiento que se desarrollan en países como Etiopía, Ghana, Costa de Marfil… No obstante, estamos pasando por alto que, a pesar del crecimiento económico, el cambio climático sigue acechando al continente.

Los desiertos en África se están expandiendo y van a seguir haciéndolo mientras el calentamiento global siga avanzando
¿Cómo afecta el cambio climático a África?
Jim Yong Kim, anterior presidente del Banco Mundial, estableció que si el cambio climático continúa así, para la década del 2030 el calor extremo y la sequía pueden llegar a afectar al 40% de las tierras cultivables en África.
Los desiertos en África se están expandiendo y van a seguir haciéndolo mientras el calentamiento global siga avanzando. Además, el cambio climático implica que las sequías sean más frecuentes y las lluvias torrenciales sean más destructivas, por lo que los desastres naturales se multiplican.
No obstante, no todo son malas noticias, según los últimos estudios, las capa de ozono que protege la tierra de los rayos ultravioletas se está recuperando poco a poco, gracias a la disminución de productos que la llevan destruyendo desde los años setenta. Aunque todavía quedan muchos años para reparar el daño que hemos hecho, la concienciación de la población y las acciones comunes son esenciales para seguir adelante.
África, el continente del futuro
En los últimos 12 años, África ha duplicado su producto interior bruto, además, el continente ya está creando su propio mercado común (AfCFT), conocido como el Área Continental Africana de Libre Comercio. Entre los países que impulsan el progreso nos encontramos con Nigeria, Egipto, Sudáfrica y Etiopía.
No obstante, aunque económicamente África está creciendo, todavía es necesario dar un impulso a la industrialización y la creación de empleo, para que estos cambios se vean reflejados en las clases más pobres de la sociedad, especialmente en comunidades donde las mujeres siguen cuidando de la casa y los niños no tienen acceso a una educación digna.